Somos un grupo, antes que nada de amigos, todos trabajadores, personas que de una u otra manera buscamos en nuestros aconteceres sentir con alegría y en reunión la experiencia de aprender a vivir, de estar en armonía con uno mismo y con los demás y de compartir, no solo lo material, sino lo energético o espiritual-por ejemplo, la risa o la calma, resultado de la descarga y la recarga de las fuerzas- lo que fluye de los cuerpos reunidos y en actividad. En el folklore sentimos una manera de decir, de estar, de encontrarnos de otra forma. Es como el campito donde uno comienza a jugar con la expresión y la comunicación, para liberar emociones y estados que dentro de nosotros están y poco conocemos de ello. Resistir ante aquello que nos traba y nos cierra las posibilidades de un conocimiento más profundo de lo que somos, de los otros, de lo que estuvo , de todo lo diverso, de lo rico que es hacer algo colectivo y que solo así existe por más pequeño sea. En lo práctico, las cosas salen como nos salen, como podemos, como somos, con las herramientas de las tradicionales instituciones que tenemos y las que aprendemos a utilizar, resultado de investigar y cabar en zonas endurecidas de cemento. Con el tiempo fuimos formando un grupo más o menos estable que tocamos djembe, sin conocer formas de tocar lo hicimos y vamos creciendo! Así somos, gente alegre de tocar y lo que hacemos es recrear ritmos folklóricos del noroeste de Africa ( Senegal, Guinea, Burkina Faso, Mali) por el simple hecho de que nos gusta y somos felices haciéndolo. Pero en este festejo se esconde una fuerza que nos tira hacia adelante y que tiene que ver con reconocer, revivir y recrear lo que en este suelo -no sólo en Africa- vivió el sabroso legado que nos dejaron esclavos. pueblos originarios y las mil y una mezcolansas que aquí se manifestaron, perduraron y resistieron por centenares de años. La importancia de aprender de ellos, de esa historia que difícil se encuentra escrita pero que está por doquier si la queremos mirar -está presente a pocos días de haber nacido en una canción de cuna, esta presente en nuestra alimentación, esta presente en las manifestaciones culturales "nacionales", está en el paisaje y en sus nombres-. Revalorizar estas cuestiones es sentirnos cerca de lo que los diversos grupos étnicos provenientes de Africa y repartidos por casi todo el mundo, sembraron y que su cosecha se alzo por encima del los siniestros genocidios, por que su cosecha es alimento de vida negado y asesinado por por el alimento de muerte que trajo el europeo.
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